Comunicar Europa y su futuro
FUNDACIóN GALICIA EUROPA · DAVID DOPAZO
Inicialmente prevista para el 9 de mayo de 2020 y aplazada a raíz de la pandemia, la Conferencia sobre el Futuro de Europa vuelve a resonar ahora en la capital comunitaria, como el foro principal sobre los grandes retos sociales y económicos que se plantean en el continente. Unos retos para los que la Comisión Europea desea contar con la participación de toda la ciudadanía europea, especialmente de los más jóvenes.
Y es que la alta participación en los comicios europeos de mayo de 2019 no ha pasado desapercibida para las instituciones comunitarias, que desean dar más voz a los ciudadanos en la elaboración de sus políticas. Para ello, la Conferencia se articulará en torno a dos ejes: por un lado, un eje político centrado en los objetivos que la Unión desea lograr, como la transición verde y digital y, por otro, un eje enfocado en los asuntos institucionales.
A la espera de una declaración interinstitucional entre el Consejo, el Parlamento y la Comisión, que defina la idea, los principios, los objetivos, la estructura, el ámbito de aplicación y el calendario de la Conferencia, no son pocas las voces que hacen hincapié en la necesidad de una gran implicación por parte de los entes regionales y locales, además de la sociedad civil, en este proceso que se estima que tendrá una duración de dos años.
Para conseguir una participación tan amplia, gran parte del éxito de la Conferencia radicará en un factor clave: la comunicación. Un campo en el que la Unión cuenta con una experiencia que deberá poner al servicio de la creación de un espacio idóneo para que los europeos puedan expresarse. Es en esta labor logística y preparatoria en la que reside la capacidad de llegar al mayor número de ciudadanos posible, aprovechando al máximo las herramientas existentes, de forma que el debate ciudadano y las iniciativas planteadas se traduzcan en políticas concretas para la Unión.
Por todo ello, este objetivo, el de comunicar, pondrá a prueba la propia transición digital de las instituciones comunitarias y su capacidad para habilitar plataformas que permitan la participación y ofrezcan la mayor transparencia posible. Solo de esta manera se podrá evitar que la desinformación ocupe el espacio de la falta de comunicación, ya que como diría uno de los gurús consolidados de esta ciencia y visionario de la presente, y en aquel entonces futura, sociedad de la información, Marshall McLuhan, “el medio es el mensaje”.
En este sentido, la Comisión quiere que la Conferencia sea fácilmente reconocible para los ciudadanos de esta pequeña calle de la “aldea global”, llamada Europa, mediante una identidad única, inclusiva y que muestre la diversidad del continente. Para ello, prevé un enfoque integrado de comunicación, que movilice a todas las instituciones a nivel local, regional y nacional y que, además de los diálogos ciudadanos, se establezcan nuevas formas de participación, como la puesta en marcha de una plataforma digital multilingüe, a través de la que se transmitirán los debates en directo y en la que se recopilarán los frutos de los mismos, de forma que sean accesibles para todos los participantes.
No obstante, y a pesar de que todavía hemos de esperar a un futuro para poder comunicar Europa y su futuro, desde la Fundación Galicia Europa confiamos en la pronta puesta en marcha de este proceso, en el que la trataremos de implicar a una juventud, que sabemos que tiene mucho que aportar.
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