Curso de Agentes de Cooperación Transfronteriza. Su utilidad y alcance.
Si los ciudadanos fuesen conscientes del alcance de la cooperación intrínseca a la UE su escepticismo se reduciría, incrementándose su predisposición a colaborar y potenciándose, de esta forma, los beneficios generados por la misma.

La cooperación transfronteriza y los proyectos europeos enmarcados dentro de los programas de financiación no solo están relacionados con la gestión ciudadana sino que su utilidad se extiende a las empresas. Vivimos en un mundo globalizado y competitivo donde el éxito radica en el factor diferenciador. Es ahí donde interviene la innovación, que los proyectos europeos potencian, facilitando herramientas para lograr objetivos novedosos y plausibles. A través de los proyectos europeos se obtiene la financiación necesaria para llevar a cabo esas tareas, se potencian las sinergias, al conformarse partenariados estratégicos en el marco de los mismos, y se fomenta el que las organizaciones se doten de herramientas para enfrentarse a nuevos retos.
La cooperación es palpable en todos los aspectos de la vida de la ciudadanía. Veamos por ejemplo, el caso del Proyecto ARIEM-112, surgido a causa de las trabas burocráticas existentes a la hora de poner en marcha servicios de emergencias, en las regiones de Galicia, Castilla y León y Norte de Portugal. Con la finalidad de garantizar unos servicios de emergencias óptimos, ARIEM-112 introdujo un marco centralizado de colaboración entre los equipos de emergencias de cada región. Así, cuando se ha de hacer frente a inundaciones, incendios forestales, personas desaparecidas u otras situaciones de emergencia, los servicios de estas regiones pueden responder de forma coordinada y eficaz.
Curso de Agentes de Cooperación Transfronteriza
Es un buen ejemplo de las acciones de la UE dirigidas a la ciudadanía. Forma parte de LIDERA, un proyecto europeo enmarcado en el programa Interreg V A España-Portugal 2014-2020 (POCTEP), que cuenta con una financiación europea de 1,4 millones de euros y una duración de cuatro años. En esta segunda edición, que de nuevo organiza la Fundación Galicia Europa, los alumnos pudimos adquirir las competencias necesarias para comprender qué es la cooperación transfronteriza y cómo aprovecharla. Se nos ha dotado de las herramientas para enfrentarnos a un proyecto europeo, o al menos, para empezar a hacerlo. Hemos tratado con profesores de muchos ámbitos: consultorías, expertos en proyectos europeos e incluso, varios evaluadores de diferentes programas de financiamiento, lo que nos ha permitido conocer más a fondo lo que se espera de esos proyectos, qué se busca, cuál es la clave para que un proyecto triunfe y la importancia de la redacción para que aprueben el proyecto que se desea llevar a cabo. También hemos ejercitado el networking a través de diferentes actividades, como la gamificación.
Los alumnos presentábamos perfiles de lo más diverso: juristas –entre los que yo me encuentro–, biólogos, emprendedores del sector del turismo e incluso una cantante de ópera. Ninguno sabíamos realmente qué implicaba la cooperación y mucho menos qué suponía un proyecto europeo y su utilidad pero todos hemos aprendido sobre el alcance de estos proyectos y de la cooperación transfronteriza en relación a nuestros ámbitos laborales.
En el contexto internacional se suele relacionar la cooperación con la diplomacia, un tipo de relaciones formalistas que son ajenas al ciudadano de a pie. Se trata de una impresión errónea que debemos empezar a cambiar: la cooperación es cercanía, implica colaboración con nuestros vecinos. Por ejemplo, si mi ciudad se encuentra en la frontera puedo colaborar con el pueblo de enfrente para fomentar juntos el turismo, como ha hecho una de las alumnas de esta edición al proponer una audio-guía para el tren turístico Monçâo-Salvaterra, un instrumento de gran utilidad para promover los viajes a esa zona.
Lo primero que se comentó era lo poco que se sabía del alcance de la UE. Por lo general, hay programas más conocidos, como el famoso Programa Erasmus, del que ya han disfrutado múltiples generaciones. No obstante, hay muchos otros, también muy útiles y necesarios, que son todavía obviados por los ciudadanos.
Dar visibilidad
De ahí que, una de las primeras actividades a desempeñar en este curso sea una “acción de visibilidad”, consistente en aportar nuestro grano de arena a la hora de dar visibilidad a las actuaciones de la UE de cara a los ciudadanos. Esta “acción de visibilidad” no solo nos sirvió para poder contribuir, que era el objetivo principal, sino que también debíamos buscar recursos. Las acciones debían ser notorias: en caso de que decidiésemos redactar un artículo, debíamos buscar dónde lo publicarían, si nos decantábamos por dar una charla teníamos que identificar dónde llevarla a cabo. No era suficiente con realizar la acción, también había que darle publicidad. Eso es algo que nos puso bastante nerviosos. No siempre se tienen contactos ni se sabe dónde acudir. Pero valió de estímulo para buscarlos, para movernos y para conseguirlo. Resolver este tipo de situaciones fue otro reto que planteó el curso.
Entre las acciones de visibilidad desempeñadas en la primera edición de este curso se encuentra una adaptación del típico juego de oca para niños con la Eurociudad Chaves-Verín como temática central, con datos sobre la misma para que los eurociudadanos más pequeños aprendan sus características jugando; una baraja de cartas para aprender portugués, español y gallego sin ningún esfuerzo, para hacernos recordar que somos vecinos y que, en nuestro caso, el idioma no es ningún problema para la cooperación; también se diseñó un “Metrominuto Salvaterra-Monçâo”; un artículo en la revista Alto Minho sobre la cooperación y no olvidemos las acciones de publicidad a través de redes sociales, que también juegan un papel importante: blogs o páginas en LinkedIn, Facebook o Twitter.
El haber compartido clase gallegos y portugueses resultó muy enriquecedor a la hora de plantear las acciones de visibilidad y los proyectos. Conseguimos un enfoque más realista de las necesidades transfronterizas. Nos dimos cuenta de que muchas cosas que podían resultar obvias aún quedaban por hacer y que debíamos ponernos manos a la obra para conseguir una cooperación tangible.
Entre las acciones de visibilidad se encuentra una consistente en fomentar la colaboración entre bibliotecas gallegas y portuguesas, de forma que el patrimonio literario de cada una de las regiones traspase la frontera.
También se tuvo en cuenta el papel de la cooperación en relación a la educación, lo provechoso que sería poder cooperar con centros educativos de otros países para intercambio de buenas prácticas o experiencias, de ahí que se decidió crear una “Guía de hermanamientos para centros de primaria y secundaria”.
Tampoco nos olvidamos de la importancia de la difusión, por eso otras acciones consisten en artículos o en vídeos sobre la cooperación transfronteriza.
Igualmente, se tuvo en cuenta el arte, una de las acciones tiene que ver con la música transfronteriza, otra con la visibilización de obras arquitectónicas portuguesas en Galicia a través de una serie de acuarelas y otra consistente en un proyecto fotográfico para difundir en redes sociales. Incluso se tuvo en cuenta la gastronomía típica transfronteriza. Nada mejor como la comida para unir a la gente, de ahí que otra de las acciones sea un pequeño recetario de cocina de setas y champiñones típicos de la frontera gallego portuguesa.
En materia
En relación a la materia explicada, uno de los primeros aspectos comentados es el potencial de la eurociudad Tui-Valença, aún en trámite, pero que pronto fructificará gracias al trabajo de una de las alumnas de la primera edición de este mismo curso, además del empujón que dará el proyecto relacionado con el hermanamiento de las mismas llevado a cabo por un alumno de esta edición. Posteriormente, se explicaron varios programas de financiación europeos a través de los cuales se pueden llevar a cabo múltiples proyectos. Aprendimos sobre los hermanamientos de ciudades, que para nuestra sorpresa muchos pueblos de nuestro alrededor estaban hermanados con otros de países miembros. También se explicaron Erasmus para alumnos y para profesorado, y proyectos de Europa Creativa, para no olvidarnos de la importancia de la cultura en todas sus formas. Y se comentó el “Programa de Cooperación Transfronteriza España-Portugal”, POCTEC, a través del cual se pueden hacer muchos proyectos de cooperación entre regiones de países transfronterizos.
Nuestros proyectos
El siguiente paso consistió en la elaboración de nuestros proyectos, cada cual más interesante que el anterior. Hubo un proyecto Erasmus sobre la plantación de olivos en la frontera de Galicia y Portugal, otro sobre un hermanamiento de ciudades universitarias medievales y un POCTEC sobre exportaciones conjuntas en Galicia y Portugal, entre otros.
Tuvimos que enfrentarnos a los formularios de candidatura de los proyectos, a la jerga europea característica de los diferentes programas, además de encajar nuestra idea en las prioridades del programa y buscar socios que fuesen pertinentes para nuestro objetivo. Todo ello en un mes y medio escaso porque el pasado 14 de junio los expusimos en la Escola Superior de Ciências Empresariais de Valença do Minho, ante compañeros, profesores y representantes de diferentes empresas y entidades. Para ello confeccionamos unas presentaciones que de forma directa y sintética le hicieron llegar nuestra idea al público asistente.
Algunas de las acciones de visibilidad y proyectos de la primera y segunda edición han conseguido ya llevarse a cabo por instituciones y empresas y, aun en el caso de los que no, todos los participantes del curso hemos logrado adquirir herramientas clave tanto para nuestro futuro laboral como para hacer de la cooperación transfronteriza un valor en alza.
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