“¿Satisfecha por empreder? Totalmente. Lo único de lo que no estoy satisfecha es de no haberlo hecho de antes”
Anabel Martínez es gerente y fundadora de Idae Consultores. Lidera un equipo de profesionales 100 % femenino que nació en 2004, cuando tenía 35 años, y muchas ganas de ir por libre. Salió bien: hoy trabajan con ella nueve personas que hacen frente a un 2019 con la agenda completa. Lo que no le impide sacar tiempo para atender sus responsabilidades como miembro de la directiva de Executivas, la asociación empresarial gallega hecha por y para mujeres con más proyección.

¿Por que te decidiste a montar la consultora?
Pues tras estar trabajando por cuenta ajena en Recursos Humanos y consultoría estratégica sencillamente decidí emprender mi proyecto. Tal vez quería poner en valor los conocimientos que había adquirido, toda mi experiencia, e ir creciendo. Y este 2019 estamos de aniversario ¡15 años!
¿Y cuáles son las líneas de negocio, dónde tenéis más nicho de clientes?
Tenemos dos líneas de negocio: Recursos Humanos y un área específica para emprendimiento y asesoría a empresas que desarrollan nuevos proyectos de internacionalización e incremento de capacidad productiva. Consultoría estratégica. Pero quizás el área de Recursos Humanos –que es la parte más vocacional mía, por cierto– es la que está despuntando más. Desarrollamos programas de retención de talento en las empresas implementado sistemas y políticas de gestión de recursos humanos y de igualdad. También estamos trabajando mucho en proyectos de gestión del talento, en implementar políticas y sistemas adaptados y no estandarizados, adaptados a la estructura y a los objetivos de la firma y a las personas que trabajan en ella. Porque es uno de los grandes retos de la empresa: desarrollar a la gente que tiene dentro del equipo. […]
¿Qué percibes tras varios años reclutando profesionales? ¿Qué cambios hay en la demanda?
Las empresas cada vez piden perfiles más competitivos, gente con preparada, con una base, pero para formarla después y que haya un crecimiento ya dentro. Hay mucha demanda de mandos intermedios, de ingenieros mecánicos, de puestos relacionados con nuevas tecnologías… Y tenemos mucha dificultad para encontrar a gente. También hacen falta soldadores, tuberos y profesionales quizás no con una alta cualificación formativa pero buenos técnicos especialistas. Pero hay un aspecto que se demanda cada vez más y se le da mucha importancia: el factor actitudinal, […]
¿Y existe demanda de profesionales a partir de cierta edad?
La edad... generalizar es complicado. Cuando buscas talento senior o profesionales con una dilatada trayectoria la edad no se puede tener en cuenta. Depende del perfil y del puesto.
¿Cuántas personas trabajáis en Idae?
Somos nueve, un equipo multidisciplinar de psicólogas, ingenieras, licenciadas en Dirección y Administración de Empresas… al que le sumamos colaboradores en diversos proyectos.
Por lo que dices sois todas mujeres.
Pues sí, ¡aquí hay discriminación positiva! (se ríe). Pero la verdad es que fue casualidad. Y eso que siempre defiendo a la mujer porque hay grandes profesionales, pero no las seleccioné por ser mujeres… ha coincidido. De hecho somos un equipo muy estable, muchas llevan 10 o 12 años en la empresa y estoy encantada.
Y ahora hablemos de tu labor asociativa, que sé que es importante para ti, ¿por qué en Executivas?
Pues la decisión la tomé por dos motivos: el entorno colaborativo me gusta mucho y es una forma de mejorar, de aprender de otras personas y de tener sinergias. Sumas y te aporta mucho. Y de Executivas me gusta su filosofía y lo que defiende, el desarrollo de la mujer profesional y directiva. Trabaja mucho, es muy dinámica y eso me pesó mucho a la hora de integrarme y estar en la junta directiva.
¿Hacen falta asociaciones de mujeres?
El asociacionismo no es un tema de género ni debe serlo, la diversidad es enriquecedora. Pero hay asociaciones integradas solo por mujeres que son necesarias por los fines que persiguen. ¡Ya me gustaría que no lo fuesen! Pero lo son. A medida que nos intentamos labrar una carrera profesional vamos encontrando problemas al acceder a puestos de responsabilidad. Hay que trabajar eso. […]
¿Hay liderazgo masculino y femenino o es un mito?
La capacidad de liderar es una cuestión de actitud sumado a habilidades como la empatía, la capacidad de relación, la perseverancia, la tolerancia a la frustración... El liderazgo no es una cuestión de sexos, pero las empresas necesitan buenos líderes hombres y mujeres.
En política el liderazgo femenino está fuera de duda…
Efectivamente. Pero veo importante terminar con algunos estereotipos que alejan a las mujeres de la carrera directiva. La diversidad es enriquecedora y las empresas necesitan todo el talento de las personas, el de hombres y mujeres, para operar en un entorno cada vez más cambiante.
¿Me puedes decir algún referente profesional gallego femenino?
Precisamente en Executivas de Galicia estamos con un proyecto que se llama Referentes Galegas, una base de datos con 230 mujeres y creciendo. Pero por decir una ahora… por ejemplo Marisol Soengas, referente científico a nivel mundial y a la cual le dimos el galardón Executivas en 2017; Ana José Varela, directora financiera de la OCDE y con una larga trayectoria profesional en el sector empresarial y bancario, y Adriana Domínguez, consejera delegada de Adolfo Domínguez a quien premiamos en 2018.
Mujeres autónomas hay muchas en Galicia, a pesar de que ser autónomo en España sigue suponiendo asumir una protección social mucho menor que un asalariado, ya no hablo de un trabajador del sector público. ¿Crees que veremos cambios de verdad, profundos, en la naturaleza de nuestro sistema laboral?
El emprendimiento es la base y la fuente de riqueza de todo país. Y nuestro entorno está dominado por pymes y micropymes donde el colectivo de autónomos aporta mucho. Cuando una persona emprende arriesga su economía y lucha por sacar adelante un proyecto que puede generar riqueza y empleo. Pero te puedes encontrar con un fracaso y además sin cobertura ante el desempleo. Sí, se tiene que cambiar esta situación y apoyar el emprendimiento de verdad, pero no solo con una cobertura digna. Cuando emprendes, vas a por todas, el paro es lo último en lo que piensas, aunque evidentemente hay que tener esa tranquilidad.
Y “fracasar” una vez no significa que vaya a suceder una segunda.
Por supuesto. Es más, a lo mejor, cuando se emprende una segunda vez estamos ante un proyecto más sólido porque ya hay experiencia adquirida. O sea que la segunda oportunidad tiene más peso. Por eso las personas que lo reintentan deberían tener más apoyo. Apoyo para la formación continua en gestión y desarrollo y durante los tres o cuatro primeros años de actividad, que es cuando más hace falta.
Supongo que te pregunto si está satisfecha con la decisión que tomaste hace 15 años de levantar vuelo dirás que sí.
Totalmente. Lo único de lo que no es estoy satisfecha es de no haberlo hecho antes. […]
(Extracto de la entrevista publicada en el número 338 - julio 2019)
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