“En 15 años la mayoría de los tumores se curarán o serán enfermedades crónicas”
En su discurso de agradecimiento tras recibir el mes pasado el Premio de Investigación Oncológica Ramiro Carregal – Fundación La Rosaleda aseguró que se está produciendo una “enorme revolución” en el campo oncológico y habló de poder “cronificar” el cáncer en 10 o 15 años. ¿Es posible hacer una afirmación así a día de hoy?
No cabe duda que en el momento actual algunos cánceres pueden ser curados o en su defecto cronificados, y es verdad que en otros no se puede conseguir ni lo uno ni lo otro. Los tumores son muy heterogéneos, y son capaces de desarrollar más de 250 enfermedades distintas de modo que es muy difícil generalizar. No obstante, en virtud de los avances que se están produciendo en el tratamiento y la incorporación de nuevas armas, es posible ser optimista y decir que de aquí a los próximos 15 años los cambios en los resultados van a ser espectaculares y la mayoría de los tumores se curarán o serán enfermedades crónicas.
Como dice, algunos tumores ya son curados pero otros tienen una tasa de supervivencia bajísima. ¿A qué es debido esto?
Como decía, el proceso canceroso es enormemente heterogéneo de modo que dependiendo del tumor, las alteraciones moleculares son más o menos complejas. Eso da lugar a que haya tumores calificados de “simples”, donde las mutaciones que se producen en los genes conductores –lo que llamamos drivers– son escasas y que, además, son poco dinámicos, es decir que las mutaciones sucesivas que podrían dar lugar a resistencia a los tratamientos son también pocas. En este tipo de tumores es relativamente fácil encontrar tratamientos que son eficaces para obtener la mejor respuesta pero que, además, esta respuesta es duradera en el tiempo. Por el contrario en otros tumores considerados “complejos” las mutaciones son muy numerosas y las respuesta al tratamiento de muy corta duración. En definitiva, las alteraciones moleculares son muy diferentes en los tumores y eso genera una historia natural distinta. A mayor complejidad molecular peores resultados se obtienen.
¿Cómo sería la vida de un enfermo “crónico” de cáncer?
Lo ideal en medicina es poder curar una enfermedad, lo que en términos médicos significa resolver el problema en un tiempo de tratamiento menor de seis meses. Cuando la enfermedad es crónica significa que el paciente tendrá que estar sometido a tratamientos continuos o alternantes prácticamente durante toda su vida, y que gracias a esos tratamientos el paciente pueda llevar una vida cercana a la normalidad. Esto es lo que ocurre con otras enfermedades como la diabetes, la hipertensión, las miocardiopatías, etc. El problema de base no se resuelve, pero se controlan los síntomas y complicaciones, teniendo el paciente una buena calidad de vida.
¿Ha afectado mucho la crisis a la investigación oncológica?
Sin duda alguna la crisis económica ha impactado de manera muy negativa a la investigación oncológica, ya sea básica, traslacional o clínica. La investigación precisa inversión en recursos humanos, materiales y fungibles y todo ello ha tenido que ser recortado. La cuestión es si podremos recuperar las oportunidades y el terreno perdido a corto plazo. Muchos investigadores se han quedado en paro y otros han tenido que salir fuera del país. También es cierto que los centros con mayor excelencia han sentido la intensidad de la crisis de una manera menor y podrán recuperar su velocidad de crucero en el futuro, pero otros lamentablemente han tenido que parar sus proyectos. Es un tema del mayor calado social y político y que todos tenemos que tomarnos en serio. Nuestro país necesita claramente apostar por la investigación y la innovación y eso significa inversión.
Texto: Teresa Rocamonde // Fotos: Miguel Muñiz
(Extracto de la entrevista completa, que se puede leer en el número de mayo de eco)
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