“Europa está en un proceso de relocalización industrial, el proceso ha comenzado y ha venido para quedarse”
De sus charlas en la universidad percibe que muchos alumnos están bastante despistados con respecto a las empresas familiares gallegas y las oportunidades que ofrecen. Margarita Hermo, directora de la Asociación Gallega de la Empresa Familiar se formó en Relaciones Públicas y Ciencias Políticas y en 2003 comenzó a trabajar en la conservera fundada por Jesús Alonso. El mismo año entró en la asociación que representa a decenas de empresas familiares en Galicia.
Si una empresa es propiedad de una multinacional pero está gestionada por una familia, ¿es una empresa familiar?
Sí, hay empresas familiares pequeñas (la inmensa mayoría) medianas y grandes. Y muchas de nuestras empresas están internacionalizadas y algunas cotizan en Bolsa, pero siguen siendo familiares. Los dos factores clave de una empresa familiar son: que la familia mantenga una parte importante del accionariado que le permita en cierta forma el control del negocio y, por supuesto, que haya continuidad.
¿Y si es propiedad de una familia pero está gestionada por directivos externos?
Cada vez más las empresas familiares incorporan a profesionales externos en tareas de gestión, pero la empresa sigue manteniendo los valores de la familia empresaria y su carácter de empresa familiar. Sumar talento es bueno y la empresa familiar suele anteponer el desarrollo a otras variables.
Si no llega la ansiada sucesión familiar vale la pena siempre luchar por la empresa, supongo...
Trabajar por la continuidad es parte fundamental de la gestión profesional y requiere planificación. Un plan de sucesión es necesario pero no es obligatorio que solo lo integren familiares para la supervivencia de la empresa. Galicia no puede permitirse perder tejido productivo.
¿Se pueden sumar planes personales, familiares y empresariales sin conflictos de interés?
Sí, para asegurar la continuidad de la empresa, lo primero que se debe hacer es cuidar la cultura corporativa, tener claros los valores y cómo se transmiten al equipo, pero también a la familia y al entorno. La comunicación es fundamental.
¿Se tiende a pensar emocionalmente en estas compañías más que en otras?
Claro, porque somos empresas con origen, con el sabor de un lugar, con cara y ojos. No somos fondos que invierten o desinvierten solo por razones de rentabilidad. Un estudio que realizamos desde la Cátedra de la Universidad de Vigo de la Empresa Familiar revela que durante la gran crisis de 2008-14 las empresas familiares redujeron menos el empleo que las demás y generaron en la recuperación más empleo. ¿Por qué somos más reacios a despedir? Porque nuestra perspectiva es de largo plazo, de sostenibilidad, y porque vivimos y conocemos mejor a los profesionales que trabajan con nosotros.
Hablando de Cátadras, tenemos en Galicia tres de Empresa Familiar en las Universidades de Coruña, Santiago y Vigo. ¿Qué tal funcionan?
Estamos satisfechos con su trabajo y, como en el ciclo de conferencias de hace un par de semanas en A Coruña, participamos con ellas activamente. Porque analizan, investigan sobre la realidad de nuestras compañías. Y también trabajan temas relativos a la creación de empresas y el emprendimiento en todas sus actividades: docentes, investigadores y divulgación, enfatizando el espíritu emprendedor […]
¿Qué percibes en estas visitas cuando hablas con el alumnado?
Por un lado hay mucho desconocimiento del tejido empresarial gallego y además son pocos los que están motivados para emprender. Por eso para nosotros lo más importante es hacer pedagogía. Y para eso es necesario poner en valor la figura del empresario y el papel que juega no solo generando empleo y riqueza,sino arraigando población, atrayendo talento y contribuyendo al desarrollo. De hecho ahora mismo estamos concluyendo la segunda edición de Empresa Familiar en las Aulas, talleres, visitas y conferencias con más de 500 chavales de colegios de toda Galicia para animarles a crear proyectos de nuevas empresas.
Las empresas, sean grandes o pequeñas, están muy inmersas en su entorno social y ambiental. ¿Se le exigen más que nunca o son ellas las que se marcan objetivos?
El empresario familiar, por regla general, siempre ha estado comprometido con su entorno. Posiblemente ahora se hace más visible por el momento que estamos viviendo pero forma parte de nuestro ADN el compromiso social y medioambiental. Porque insisto, vivimos aquí y cuidamos no sólo de las personas, sino también de lo que nos rodea. De hecho, la Asociación Gallega de la Empresa Familiar siempre ha estado muy centrada en programas de sostenibilidad, igualdad y en la continua formación de sus cuadros, tanto de los actuales empresarios como de sus futuros herederos, para que la empresa sea sostenible en el tiempo y sobreviva a sus fundadores.
¿Qué esperáis de los fondos Next Generation?
Son fundamentales para la recuperación de los sectores industriales y de servicios. La economía gallega y la española aún no ha vuelto a los niveles de producción y empleo previos al Covid-19, ni tampoco el ritmo de crecimiento: en 2020 las empresas gallegas perdimos casi un 50% de nuestro Ebitda por lo que es muy importante recibir apoyo público para que ese destrozo que causó el coronavirus no provoque desempleo.
¿La empresa recibe información útil de cómo optar a esos fondos?
Para solicitarlos hay problemas, tanto de gestión como de excesiva burocracia, lo que no solo confunde a los potenciales beneficiarios, es que dilata los tiempos. De hecho el 63% de los encargados de gestionar estos fondos, mayoritariamente en compañías, creen que el sistema creado por el Gobierno facilita poco o nada que los fondos sean accesibles, según un informe de Esade, que apunta que la falta de conocimiento, por un lado, y la dificultad de gestión, por el otro, limita la ejecución de las inversiones.
¿Se reindustrializará Europa como tanto se ha pedido tras los problemas de logística y desabastecimientos? ¿Se va a producir cada vez más cerca de casa?
Soy optimista y creo que de los errores sacamos grandes lecciones. Europa está en un proceso de relocalización y, precisamente, los NextGen están pensados para apoyar proyectos que atraigan y fijen industria medioambiental y tecnológica, fundamentalmente. Son básicos en Galicia. El proceso de disponer y reconstruir cada vez de más proveedores de cercanía y de más industria propia ha comenzado y ha venido para quedarse porque, no solo económicamente, sino también medioambientalmente es mejor
¿Le dirías a un inversor que Galicia es un buen sitio para abrir una empresa, para prosperar y vivir?
Galicia es uno de los territorios de España que menos inversión internacional capta para la instalación de nuevas empresas, solo llega aquí un 0,8% de lo que entra en España. No es razonable. Son necesarias políticas industriales y comerciales para quintuplicar esa cifra. En los últimos 20 años Galicia sólo hemos captado 5.000 millones de euros en inversión extranjera en empresas. En los próximos 20 años deberíamos ser capaces de captar 25.000 millones de euros. Si, creo que Galicia es buen lugar para invertir y crear empleo de calidad y tenemos que darle a nuestros jóvenes la oportunidad de quedarse, pero hay que trabajarlo, facilitarlo y venderlo […]
(Extracto de la entrevista publicada en el número 373 – junio 2022)
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